Es verdad que últimamente ya se reconoce la importancia de la imagen en cualquier organización y/o negocio, pero algo que debemos considerar al momento de invertir tiempo, dinero y energía en ésta área, es que no sólo se trata de “verse bien” si no de ser coherentes en el mensaje que enviamos.
Tengamos claro que la imagen de nuestra empresa tiene un papel fundamental en el vínculo que generaremos con cualquier persona que se relacione con nuestro negocio (clientes, socios, colaboradores); no se trata sólo de crear una imagen que “haga ver bien” a nuestro producto o servicio, la meta es comunicar por medio de ella quiénes somos, qué hacemos y qué pretendemos; y por eso debe existir congruencia entre lo que sé es y lo que se quiere expresar con un logotipo y por consecuencia con una imagen organizacional en general.
Aunque los empresarios y sobre todo emprendedores hoy le apuestan mas que hace unos años a tener una correcta imagen organizacional, todavía me he encontrado con quienes consideran que el diseño e imagen son meros adornos a su producto, su servicio o su empresa, razón por la que no consideran en invertirle lo necesario, poco a poco conforme se van adentrando en sus respectivos mercados descubren que entre tanta competencia, la imagen puede ser la diferencia.
“La primera impresión nunca se olvida”, en el mundo de los negocios esto es muy cierto. Piénsalo así: si tu producto y/o servicio, tiene lo que el mercado exige pero no logras expresarlo en los primeros segundos o minutos que lo conocen, puedes haber perdido un cliente que quizá recuperes después de un tiempo y de cierto trabajo de convencimiento, eso podrías habértelo evitado con una adecuada imagen. Imagina que estás en una expo especializada, toda la competencia está ahí, seguramente tienes sólo en un flyer, en una tarjeta de presentación o en la misma imagen de tu stand la oportunidad de impactar, atraer y obtener clientes, entonces no se trata sólo de adornar ¿no crees?.
Ya sabemos la importancia, y estamos dispuestos a invertir en este rubro; ahora debemos considerar un aspecto que se ha vuelto relevante debido a que ahora los consumidores ya no somos tan impresionables como antes. Hace unos años aun nos “chamaqueaban” con los productos maravilla, con publicidad engañosa, un logotipo, empaque e imagen bien hechos, a veces sobria y formal y en otros evidentemente chafas, nos convencían. Hoy ya no es tan fácil, sin ser expertos en imagen y diseño, sí podemos detectar un logotipo pirateado, un empaque poco elaborado y una imagen y logotipo poco planeado.
Lo más importante es mantener la coherencia, es igual de arriesgado no tener una correcta imagen que indique el verdadero valor de lo que ofrecemos, como hacer lo contrario: tapar con diseño un mal producto o servicio, o aquello que en realidad ofrecemos. Si el estudio de mercado nos ayudó a determinar hacia quiénes vamos dirigidos, hay que pensar en ellos al generar nuestra imagen. Si nuestro producto es barato y masivo, una imagen que lo haga parecer lujoso y exclusivo puede ser contraproducente, aun cuando nosotros pensemos que invertir en la imagen, es hacerlo pasar por mas elevado de lo que en realidad es.
El diseño del logotipo, de la imagen organizacional y la comunicación interna y externa, es una labor muy especifica y minuciosa, determina una partida para invertir en ella , son el complemento para tu negocio.
Aline B. Suárez del Real Islas
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